Los principales referentes de la terapia VA han podido ubicar efectos benéficos en cinco áreas clínicas principales (Grocke, Wigram, 2007):
La terapia vibroacústica ha sido utilizada con efectividad en pacientes con dolores del tipo cólico, problemas viscerales, fibromialgia, migraña y dolor de cabeza, dolor de la parte inferior de la espalda, dolor menstrual, dismenorrea, tensión premenstrual, enfermedad de Bechterew, dolores de cuello y hombros, poliartritis y reumatismo.
Se han publicado numerosas investigaciones clínicas sobre el uso de la terapia vibroacústica en pacientes adultos con parálisis cerebral, alto tono muscular y espasticidad. esclerosis múltiple, síndrome de Rett, espasticidad y síndrome de sobre uso muscular.
Se han visto algunos efectos sobre ciertas perturbaciones pulmonares, incluyendo: asma, fibrosis quística, enfisema pulmonar y leucodistrofia metacromática.
La terapia vibroacústica ha sido utilizada para tratar pacientes con úlceras de decúbito, circulación sanguínea reducida, convalecencia post-operatoria y stress. Se ha encontrado efectivo este tratamiento en la reducción de la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca y en el mejoramiento de la circulación sanguínea (Skille, Wigram, 1995).
La terapia vibroacústica ha sido utilizada en el tratamiento del insomnio (Wigram, 1996, 2002, 2007). Los reportes de esta investigación indicaron que los clientes se duermen más rápido, y que lo hacen por un período más largo que lo usual. También se ha tratado a pacientes con stress y depresión, conductas de autodestrucción, comportamiento desafiante y autismo.