La Vibroacústica es una disciplina científica emergente que estudia los efectos de la vibración sonora en varios niveles (celular, neurológico, fisiológico, psicológico, cognitivo y espiritual). La misma ha nacido en los países escandinavos a inicios de los años 80, y se ha dispersado por el mundo en los últimos cuarenta años. En Argentina ha tenido un importante desarrollo metodológico a partir de los estudios realizados sobre la acústica de los cuencos tibetanos (ver artículos de Zain, desde el año 2008 al 2017).
La Vibroacústica Aplicada (VAP), es un método creado por Jorge Zain, a partir de su amplia trayectoria como formador en el uso de cuencos vibroacústicos, de su experiencia clínica con la camilla vibroacústica y el desarrollo posterior de equipamientos diseñados para su inclusión en diversas disciplinas.
A nivel general, el método consiste en la proyección de vibración sonora sobre el cuerpo de una persona, a través de dispositivos vibroacústicos específicos, que facilitan un masaje muy profundo por las ondas sonoras de baja frecuencia, para activar o relajar, dependiendo de la señal sonora utilizada, y con la finalidad principal de promover el bienestar.
Las intervenciones con cuencos, camillas, colchones y guantes vibroacústicos, entre otros, son realizadas por un/a operador/a que esté debidamente certificado/a en VAP, y que tenga una capacitación previa en alguna disciplina de la salud (por ejemplo musicoterapia, medicina, enfermería, kinesiología, osteopatía, veterinaria, psicología, odontología, e/o.), en abordajes corporales (por ejemplo yoga, psicología del deporte, educación física, pilates, e/o.) o cualquier disciplina relacionada con la promoción del bienestar (por ejemplo estética, masoterapia, e/o.).
De esta manera, dependiendo de los objetivos y de la formación previa del operador, la vibroacústica podrá ser un tratamiento en sí mismo o una intervención clínica o no clínica que se realice en algún momento del proceso de un paciente, alumno o consultante.