Las intervenciones que realiza el operador en VAP van a depender principalmente de su formación específica.
Así por ejemplo un instructor de Yoga va a utilizar los recursos vibroacústicos en sus clases de yoga, como una forma de ayudar a su alumno a sentir una zona del cuerpo determinada, o para favorecer la concentración durante una meditación.
Un kinesiólogo va a aplicar el método específicamente en las sesiones de kinesiología, y aprovechar todos los beneficios que la vibración sonora ha demostrado tener en la práctica clínica, como regeneración de tejidos, mejora de la circulación sanguínea, disminución del tono muscular, entre otros.
Un musicoterapeuta va a aplicar los dispositivos vibroacústicos en las sesiones de musicoterapia, favoreciendo estados de relajación profunda y activando la imaginería de sus pacientes.
Un osteópata podrá aplicar vibración sonora en tejidos, fascias, órganos, músculos, huesos, y cualquier sistema fisiológico.