Nuestros cuencos de cuarzo son producidos con cristal de cuarzo de gran pureza, que es fundido a altas temperaturas en un horno donde también, al ser centrifugado, se obtiene la forma que dará al cuenco un tono.

Ese tono se puede regular agregándole agua al cuenco. Por regla general, cuanta más agua le vamos agregando más baja es su afinación (o sea más grave). De este modo uno puede afinar su cuenco en la relación de frecuencias que quiera: 440 Hz, 432 Hz, etc.

¿QUÉ LO DIFERENCIA DE UN CUENCO DE METAL?

Los cuencos de cuarzo tienen un tono definido, y muy pocos armónicos, a diferencia de los cuencos tibetanos que son poliarmónicos, es decir que podemos percibir muchos tonos en simultáneo cuando los percutimos.

Por otro lado, son altamente resonantes, pueden emitir un tono determinado con un alto nivel de energía (volumen), por lo tanto al frotarlos recomendamos aprender a regular la intensidad de esa energía, ya que hay personas que son muy sensibles a los niveles de sonoridad elevados.

 

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